La regulación de la fabricación de baterías para vehículos eléctricos en Estados Unidos corre a cargo de la OSHA, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) y la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico por Carretera (NHTSA). Estas agencias han establecido normativas específicas para proteger a los trabajadores y al medio ambiente frente a los peligros asociados a la fabricación de baterías.
En Europa, la fabricación de baterías para vehículos eléctricos está regulada por la Dirección General de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la Comisión Europea. La Comisión Europea ha establecido una serie de normas de salud y seguridad para todas las industrias, incluida la de fabricación de baterías.
En China, la industria de fabricación de baterías para vehículos eléctricos está regulada por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT). El MIIT ha establecido una serie de normas nacionales para la industria de fabricación de baterías de vehículos eléctricos.
Si bien estas normas difieren de un país a otro, los puntos de vista principales, que abarcan la protección respiratoria, el uso del plomo y el uso de sustancias tóxicas y peligrosas, son muy similares.
Por debajo de estas agencias hay múltiples gobiernos locales que también tienen su propio conjunto de normas y reglamentos, que pueden variar de los nacionales.
Los fabricantes de baterías se enfrentan a una larga y complicada lista de normativas de múltiples organismos, tanto nacionales como internacionales, que deben cumplir. El incumplimiento de cualquiera de estas normativas puede acarrear cuantiosas multas o, en casos extremos, el cierre de la fábrica.