La limpieza mecánica puede implicar granallado abrasivo, cepillado circular de alambre, bandas de lija o lijado, ruedas de esmerilado o partículas abrasivas en molinos de tambor.
Para capturar y arrastrar las grandes partículas pesadas generadas por la limpieza, la velocidad de captura necesaria suele ser muy alta si los extractores instalados están orientados hacia los materiales. Una vez capturadas, generalmente se recomienda una velocidad mínima de transporte del conducto de 17,78 m/s (3500 fpm), aunque a menudo se necesitan entre 20,3 m/s y 25,4 m/s (4000 fpm a 500 fpm). Por lo general, lo ideal es un extractor que se encargue de tantas partes de la operación como sea posible. En aquellos casos donde haya problemas de toxicidad con el material eliminado, se necesitarán estructuras completas o es posible que los trabajadores deban usar respiradores además de usar la ventilación de escape local.