Por John Woolever, Director de Productos de Donaldson Torit
En las últimas décadas, la captación de polvo con elementos de medio filtrante plisado, conocidos como cartuchos, se ha convertido en una solución generalizada para requisitos de ventilación industrial. Los captadores de polvo con cartucho se pueden agrupar en dos categorías según la orientación del cartucho y el diseño de flujo de aire de la cabina:
1) un diseño de flujo descendente con filtros de cartucho horizontal y la entrada de aire sucio colocada sobre el medio filtrante completo y
2) diseños de flujo transversal o ascendente con filtros de cartucho vertical y la entrada de aire sucio colocada debajo o en el lateral del medio filtrante.
Algunos miembros del mercado de la ventilación industrial afirman que un captador con cartuchos colgados en vertical es mejor; suelen mencionar ejemplos anecdóticos sin datos que los respalden. Sin embargo, existen hechos creíbles que respaldan las ventajas de un diseño de captador de flujo descendente, como se menciona en el Manual de ventilación industrial de la Conferencia Americana de Higienistas industriales Gubernamentales (ACGIH®):
La sección 8.3.2 del Manual de ventilación industrial señala que una investigación financiada por la EPA¹ avaló los resultados de rendimiento superiores obtenidos del flujo descendente del aire sucio. Este flujo descendente reduce la redeposición, puesto que facilita la gravitación de partículas de polvo hacia la tolva.
Antes de analizar otros factores relevantes, es útil revisar brevemente los orígenes de la captación con cartuchos.
Durante los años 70, los captadores de cartucho se diseñaron para imitar a los captadores con filtros de mangas colocados en vertical, donde al aire sucio entraba al captador por debajo de los filtros. (Consulte la imagen A). El medio plisado de un elemento filtrante de cartuchos brindó un mejor rendimiento y menos emisiones frente a una manga comparable. Sin embargo, el nuevo estilo de captador presentaba muchas de las mismas limitaciones de su predecesor con filtros de mangas, que incluían:
- El polvo proveniente de los filtros de cartuchos limpios debía luchar contra el aire entrante para depositarse en la tolva o en el recipiente de contención. Esto daba lugar a que el polvo volviera a entrar a la superficie del medio filtrante, con la consiguiente pérdida de presión operativa y durabilidad.
- Las sustituciones de filtros seguían siendo demasiado largas, sucias y solían ser desagradables, porque el mantenimiento de los filtros exigía que un operario abriera la cámara de aire sucio mediante una gran compuerta de acceso.