Por Chrissy Klocker, Filtración de aire industrial de Donaldson
Cuando se trata de evaluar el rendimiento de un sistema de captación de polvo, se habla bastante en el sector sobre la eficiencia del filtro. Pero lo bien que funcione el filtro de un captador de polvo es solo una parte de la ecuación.
Otros dos factores importantes en el sistema de venteo son: la exposición y las emisiones. A continuación, explicamos por qué cada «E» es importante y cómo funcionan juntas para controlar el rendimiento general del sistema.
Exposición
Dentro y alrededor del proceso de fabricación, debe centrarse en la molesta exposición al polvo. Esto incluye:
- Las propiedades de los materiales que produce o usa en sus instalaciones.
- Las ubicaciones en sus procesos donde los empleados quedan potencialmente expuestos a esos materiales.
Un higienista industrial competente puede auditar sus instalaciones, revisar varios puestos de trabajo y tomar muestras del aire que respiran sus empleados. Esto determina las concentraciones medias o máximas de contaminantes, a los que están expuestos mientras desempeñan ciertas tareas.
Tras esta revisión, audite sus instalaciones para determinar todas las fuentes temporales de polvo y evaluar si tiene un extractor de ventilación correcta. La instalación de extractores puede ser un método eficaz de reducir la exposición, pero solo cuando se diseñan correctamente y se ubican cerca de las fuentes de polvo. Puede descubrir nuevos puntos de generación de polvo donde necesita añadir controles.
Cuando haya determinado las ubicaciones de los extractores, es importante pensar más allá del tamaño de estos. Si ya hay extractores, determine si se extrae un volumen de control adecuado de ventilación de escape, o si es necesario realizar modificaciones. Un captador de polvo puede filtrar solo la corriente de aire con la que tiene contacto, por lo que, si el extractor capta el 20 % del polvo, el sistema solo tendrá un rendimiento máximo del 20 %, al margen de lo que haya invertido en los demás componentes.
Luego, examine los conductos. ¿Tiene una red lógica de conductos para transportar el polvo o el humo desde cada extractor hasta el captador? ¿Tienen los conductos el tamaño adecuado para garantizar que se mantienen las velocidades de transporte mínimas recomendadas? ¿Es suficiente el volumen de aire para mantener el polvo moviéndose hacia el captador en lugar de depositarse en los conductos?
No debe restar importancia al diseño de los extractores y los conductos para controlar la exposición. El rendimiento del captador de polvo depende de lo bien que funcionan los extractores y el sistema de conductos en conjunción para captar el polvo desde áreas de exposición hasta el captador.
Eficiencia
Cuando haya abordado las áreas de exposición, puede pasar a considerar la tecnología de captación de polvo que necesita. Un buen captador de polvo ofrece un rendimiento constante y predecible, es decir, elimina eficazmente los contaminantes que recibe mientras mantiene un volumen de aire consistente a un coste energético previsto.
El tamaño y estilo de un captador de polvo influyen en la energía usada para el ventilador y la limpieza, necesaria para un funcionamiento estable. Considere el volumen de aire que necesita y cómo puede obtener el sistema más eficiente para suministrarlo. Si el sistema tiene dificultades para mantener el flujo de diseño, o limpia en exceso, puede que sea necesario obtener una nueva tecnología.
Cuando evalúa un captador de polvo nuevo o existente, debe prestar atención a la eficiencia del filtro; pero no confíe simplemente en la clasificación de un filtro nuevo. Un filtro con clasificación MERV 14, por ejemplo, solo significa que el filtro capta un porcentaje de polvo de prueba bajo condiciones específicas, o sin polvo en absoluto. Una clasificación de filtro es como los kilómetros por litro que recorre un coche nuevo, es bueno saberlo, pero rara vez refleja las condiciones reales.
En el funcionamiento real, a menudo el filtro de un captador de polvo regenerativo se limpia mediante pulsos cuando se encuentra bajo cargas pesadas. Tiene que controlar el polvo nuevo que entra al captador, además del polvo acumulado en el filtro (pasta de polvo) con el paso del tiempo. Cuando un captador de polvo alcanza un punto de funcionamiento estable, la concentración del polvo en el medio es miles de veces mayor que en la carga de entrada. Debido a esto, evaluar un captador de polvo en cuanto a lo que logra en su punto definido estable, mediante las pruebas de exposición y emisiones, dará una señal más clara del rendimiento del sistema de venteo.
Emisiones
Lo que pasa por el captador se considera emisiones de salida. Suponiendo que el ventilador extrae aire filtrado desde el captador hacia un punto de descarga, hay varias preguntas que debería hacerse: «¿Cuál es la calidad del aire filtrado que emite al edificio o libera al exterior? Aparte del aire filtrado, ¿qué sustancias podría estar en la corriente de aire? ¿Lo que queda es material particulado, vapores o humo? ¿Constituye una preocupación algunas de estas preguntas? ¿Qué otras acciones podrían ser necesarias?»
Las únicas respuestas fiables provienen de las pruebas sistemáticas. Una empresa que supervise la calidad del aire puede realizar pruebas de chimenea para medir el volumen y las concentraciones del material descargado en la salida de un captador. En algunas instalaciones, la agencia de estadounidense de protección ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) ordena la supervisión continua de las emisiones. En otras, pueden aplicarse las normas de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) y otras entidades, que ordenan una variedad de métodos de pruebas y límites de emisiones o de exposición para los empleados.
Cuando haya evaluado sus necesidades de ventilación y comprenda los límites de emisiones, hable con su proveedor de captadores de polvo o filtros para encontrar la tecnología correcta para sus procesos. Su socio podrá ayudarle a comprender las consecuencias en cuanto a consumo energético y la limpieza de las cargas de polvo, y cómo lograr las metas de emisiones de manera rentable y con eficiencia energética. Un conjunto de equipos podría ofrecer una vida útil razonable del filtro con un coste inicial inferior, pero también podría suponer mayores costes de limpieza y aire comprimido debido al tamaño agresivo del filtro. Un captador de polvo con un tamaño mucho más reducido podría tener un coste inicial más alto, pero un consumo energético y de aire comprimido menor, al necesitar una limpieza menos frecuente del filtro. Y una limpieza menos frecuente del filtro genera menos emisiones de salida.