Los prefiltros plisados (izquierda) cuentan con más tela en el mismo espacio que los filtros «melt-blown» (derecha). El mayor tamaño de la superficie proporciona una mejor captura y una mayor durabilidad del filtro.
Cuanto mejor sea la prefiltración del agua de origen, menor capa de biopelícula se formará en el sistema de RO, lo que aumentará la seguridad del producto y la durabilidad de la membrana de RO. La FDA exige el uso de un prefiltro en el agua antes de que entre a los sistemas de RO, no obstante prestar atención al tipo de prefiltro que se use tiene muchos beneficios.
Una membrana de RO que está protegida frente a microbios y partículas de carbono dañinas suele durar hasta dos años, mientras que una membrana que falla en un año suele indicar una prefiltración deficiente.
He aquí tres formas de proteger mejor la membrana de RO con una prefiltración de mayor rendimiento:
1. Preste atención a la composición del filtro.
Las normas del sector recomiendan un filtro de 5 micras para la prefiltración de RO, pero no todos los filtros de 5 micras son iguales. Durante muchos años, la única opción para los productores había sido el filtro «melt-blown», que es un cilindro de polipropileno inyectado con polímero no tejido. La naturaleza aleatoria de este proceso de fabricación permite que queden espacios abiertos y que la captura de microbios sea inconsistente.
Sin embargo, gracias a una colaboración entre científicos de materiales, ingenieros y productores de bebidas, ahora existe tecnología de filtración mejorada. Bajo el nombre de LifeTec™ de Donaldson, la avanzada estructura de medios y la carcasa de estos filtros ofrecen mayor capacidad y fiabilidad.
El medio filtrante LifeTec se pliega dentro de una jaula de polipropileno, que en comparación con los filtros «melt-blown», amplía un 400 % el área de la superficie de filtración para capturar más contaminantes sin obstaculizar el flujo del proceso.
Este medio de gran densidad está diseñado con poros más grandes hacia arriba que van disminuyendo de tamaño en la superficie hacia abajo. Esta estructura de embudo crea un rango de corte de micras específico y, por lo tanto, ofrece una mayor confianza con respecto a la eficacia de un prefiltro.
2. Busque una eficiencia verificable.
Cuando seleccione un filtro, no solo preste atención al tamaño micrónico en los datos técnicos del proveedor, sino que busque también la calificación de «eficiencia». La eficiencia es el porcentaje verificado de partículas que un filtro captura en el rango de micras que se indica en la etiqueta. Debido a que no existen estándares de medición ampliamente aceptados que regulen a los fabricantes de filtros, el discernimiento es importante en esta área. Las calificaciones de micras, junto con los términos «nominal» y «absoluto», son bastante subjetivas, similares a las afirmaciones de «bajo contenido en grasa» en las etiquetas de alimentos.
Para ilustrar cómo puede ocurrir esta confusión, Donaldson probó filtros «melt-blown» de cinco fabricantes diferentes, todos los cuales afirmaban eliminar los contaminantes de 1 micra. A causa de la composición aleatoria de las fibras de los filtros «melt-blown», su rendimiento de eficiencia ha variado desde menos del 20 % hasta más del 98 %.
La tecnología de filtración más nueva puede ser mucho más precisa. Por ejemplo, la eficiencia de los filtros LifeTec se puede verificar con pruebas de laboratorio, que Donaldson proporciona en todos sus filtros para procesos.
Un filtro de clasificación absoluta LifeTec con un tamaño de captura de 1 micra, por ejemplo, siempre eliminará el 99,98 % de las partículas de 1 micra o más. Donaldson repite periódicamente las pruebas de sus filtros para confirmar este rendimiento y publica abiertamente esta clasificación en todas sus etiquetas y hojas de datos.