No toda la contaminación se puede evitar en el origen, por lo que el próximo paso es identificar puntos de control críticos en su línea de proceso, es decir, cualquier punto donde exista la oportunidad de recibir contaminación nueva, o cuando la entrada sea irreversible. Aquí, utilizará filtros de calidad estéril en el punto de uso, generalmente de 0,2 micras o menos. Algunos de estos puntos de control críticos son:
Depósitos de mezcla y almacenamiento. Bacterias indeseadas que puedan reproducirse fácilmente en estos lugares, además del oxígeno, que puede descomponer algunos productos. El nitrógeno inerte es una buena barrera para el depósito antes de agregar los ingredientes. Sin embargo, primero debe asegurarse de filtrar el nitrógeno para eliminar las posibles impurezas de los depósitos, compresores y mangueras.
Pasos intermedios e ingredientes. Cada vez que haya un nuevo paso o se introduzca un ingrediente en la línea de proceso, existe un riesgo de que penetre contaminación. Otros aditivos posteriores pueden ser aromatizantes o aderezos, conservantes o emulsionantes. En el caso de las gaseosas, es carbonatación con CO2. Considere el uso de filtros para cada ingrediente nuevo, y también para cada nuevo proceso de gas, vapor o aire involucrado.
Procesamiento final y envasado. Para eliminar cualquier contaminación superviviente, planifique agregar filtración al paso final del proceso. Por ejemplo, en el caso del agua embotellada, se recomienda usar un filtro de membrana final. El envasado en sí puede suponer un riesgo. Las envolturas y sellados que entran en contacto con el alimento o bebida se deben someter a vapor culinario para eliminar cualquier microbio adquirido durante el transporte o el almacenamiento.
Una vez que haya identificado las ubicaciones correctas para instalar los filtros, considere la calidad de sus equipos y la elección de elementos. Busque componentes que funcionen mal o que estén a punto de caducar, como compresores de aire, que son una fuente frecuente de fugas de aceite. Las tuberías y carcasas pueden escamarse o presentar grietas que atrapan materia descompuesta.
En la mayoría de las normas y disposiciones se especifica el uso de sistemas de acero inoxidable; pero si los componentes no poseen certificación 3-A, pueden presentar riesgos ocultos, como por ejemplo:
- Soldaduras de mala calidad con áreas duras;
- Una superficie con acabado micropulido en lugar de electropulido;
- Juntas de tuberías con brida o rosca NPT en lugar de una conexión sanitaria, como las abrazaderas sanitarias Tri-Clamp®