Los productos lácteos deben atenerse a estrictas normas de seguridad que regulan la producción de alimentos. Los procesadores de productos lácteos deben cumplir con los requisitos y certificaciones más recientes. Arriesgarse con lo que parece ser un equipo que ahorra dinero puede ser peligroso. Si ese equipo no cumple los requisitos normativos o de inspección, o si no llega a tiempo para cumplir plazos críticos del proyecto, puede terminar costando mucho más.