El equipo diésel actual requiere una mayor limpieza del combustible para cumplir las exigencias de las bombas e inyectores de precisión del sistema de combustible. Sin embargo, mantener limpio el diésel es más complejo, ya que mayores concentraciones de emulsiones acuosas en el combustible y contaminantes orgánicos pueden anular el sistema.
Afortunadamente, los avances en la filtración de combustible ayudan a cumplir los crecientes requisitos de limpieza del combustible de los motores diésel modernos para obtener un mayor desempeño. A continuación hay cinco datos sobre la calidad del combustible y la tecnología actual:
Los sistemas de combustible de riel común de alta presión (HPCR) usados en motores diésel de menores emisiones son mucho más susceptibles a dañarse por contaminantes 20 veces más pequeños que el diámetro de un cabello humano. Para los OEM, esto implica tener requisitos más estrictos para la filtración de combustible. Hoy la industria mide la alta eficiencia cerca del 99,9% para partículas en el rango de los 4 micrones. Una fracción de un punto porcentual puede marcar la diferencia respecto a si el sistema de filtración cumple o no los requisitos de limpieza de combustible para los componentes de HPCR.
Tener agua en el suministro de combustible es un problema considerable para lograr el mejor desempeño y también puede provocar obstrucción en el filtro de combustible, acumulación de depósitos en el inyector, inestabilidad del combustible e incluso crecimiento de bacterias a bordo y en los tanques de combustible a granel. Como consecuencia, los filtros primarios están cambiando a tecnología de filtración avanzada denominada filtración coalescente, que presenta media filtrante de múltiples capas y varias etapas de filtración y separación, para juntar las gotas de agua más pequeñas en otras más grandes que se puedan eliminar con mayor facilidad del combustible.
La transición a diésel con contenido de azufre ultra bajo ha creado la necesidad de usar aditivos para reemplazar las propiedades lubricantes de los compuestos basados en azufre. Los aditivos de combustible basados en surfactantes con características de buena solubilidad en combustible son beneficiosos, porque se adhieren a una amplia variedad de superficies y ayudan a mantener la pureza del combustible. No obstante, se deben utilizar de manera adecuada.
Aunque la glicerina y otros gliceroles relacionados (subproductos de la producción de biodiésel) están presentes en las mezclas de biodiésel, no generan problemas inmediatos mientras permanezcan tibios y en forma líquida. El porcentaje, temperatura y contenido de agua exactos de la mezcla afectan cuánta glicerina puede tener un combustible en la solución. Una vez que precipita o sale de la solución, la glicerina puede afectar negativamente la filtrabilidad de una manera similar al exceso de aditivos, lo que disminuye drásticamente la vida útil esperada del filtro. Para mitigar este problema, busque mezclas con menores niveles de glicerina.
Dado que un filtro de alta eficiencia recoge contaminantes más pequeños, lo que podría haber atravesado en años anteriores ahora sería un factor para la obstrucción de un filtro más ajustado. Las tecnologías de media filtrante comprobada como Synteq XP™ que se utilizan en los filtros de combustible Donaldson Blue® abordan este tema al brindar un alto nivel de eficiencia y retención de contaminantes.
La filtración de combustible es la primera línea de defensa contra el tiempo de inactividad y los gastos operativos. Los contaminantes en el combustible diésel como partículas duras, suciedad, agua y partículas suaves orgánicas pueden tener una amplia gama de efectos en el equipo, algunos de los cuales podrían ser problemas graves relacionados con la garantía y el costo total de propiedad.