Diseño y mantenimiento de los depósitos
Un buen diseño de almacenamiento de combustible diésel tiene en cuenta tanto la estabilidad como la limpieza:
Asegure siempre la capacidad de drenaje: Asegúrese de que haya un punto bajo en su depósito donde el agua y los contaminantes se acumulen y se puedan retirar con comodidad. Esto se puede lograr seleccionando un depósito con un sumidero incorporado o instalando su depósito en un ligero ángulo para que se produzca la acumulación natural cerca del drenaje de punto bajo. Un drenaje típico de punto bajo estará varios centímetros por encima del fondo del depósito, por lo que si el depósito no está instalado en ángulo, siempre habrá un volumen relativamente grande de fluido debajo del punto de drenaje que no se puede retirar fácilmente. Tanto los depósitos horizontales como verticales pueden contener una cantidad significativa de agua.
No utilice el fondo del depósito: Por lo general, es una buena idea mantener alto el nivel de combustible. El fondo del depósito contiene todo el agua y los contaminantes que se han depositado fuera del combustible. Nunca se debe permitir que esta parte del depósito llegue a ser lo suficientemente alta como para que se dispense en su equipo. Coloque la tubería de salida a una altura adecuada o instale un dispositivo de succión flotante para evitar esto.
Evite las temperaturas extremas: El calor acelera la degradación del combustible y promueve el crecimiento microbiano. El frío contribuye a la formación de agua libre y conduce a la precipitación de sólidos cerosos suaves. Instalar el depósito a la sombra de un toldo protector o aplicar una pintura reflectante puede ayudar a prevenir el calor extremo. Los depósitos subterráneos mantienen una temperatura más moderada tanto en verano como en invierno, pero están prohibidos en determinadas zonas debido a preocupaciones de contaminación del agua subterránea. Los calentadores de los depósitos por lo general tienen un coste prohibitivo.
Renueve el combustible con frecuencia: El combustible se debe renovar lo más rápido posible, se recomienda al menos cada tres meses. No se debe almacenar combustible durante más de 12 meses. Se recomienda realizar una rotación muy frecuente en presencia de altas temperaturas o biodiésel, los cuales contribuyen a la degradación acelerada del combustible.
Evite siempre la entrada de agua y suciedad: Es sorprendente cuánta suciedad y agua pueden entrar en un depósito a través de una simple entrada. Se deben tomar todas las medidas razonables para garantizar que no haya fugas estructurales y que todos los sellos estén bien apretados para proteger el combustible del agua subterránea, la lluvia y el lavado a presión. Además, los tubos de ventilación deben protegerse con una combinación de filtros de aire y desecante. A medida que se dispensa el combustible, entra aire en el depósito, junto con suciedad y humedad. Más información a continuación.
Supervise la calidad del combustible: Se recomienda realizar pruebas periódicas para detectar la inestabilidad del combustible, posibles problemas de contaminación y la presencia de agua libre. El agua libre debe drenarse con regularidad. La limpieza del combustible y del depósito debe realizarse con prontitud según lo indiquen los resultados de la prueba.